Debo reconocer una cosa, de todas las recetas que os he enseñado hasta ahora, ésta es probablemente mi favorita. Es algo laboriosa, pero es muy especial, y estoy segura de que os va a encantar. Se trata de unos pasteles de carne y queso típicos de Nueva Zelanda, y digo bien, porque me recomendaron esta receta unos amigos que viven en Auckland.
Por lo demás, el único truco es hacerse con todos los ingredientes y preparar el relleno lentamente. El Havarti le da una cremosidad a los pasteles estupenda… ¡preparáos para un auténtico festín, directamente llegado de las Antípodas!
Ingredientes para 10-12 pasteles:
- 2 paquetes de obleas para empanadillas grandes
- 600 gr. de carne picada de ternera
- 100 gr. de champiñones
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 50 gr. de pasta de tomate
- 3 zanahorias
- 1 rama de apio
- 1 huevo
- 500 gr. de caldo de carne
- 1 paquete de queso Havarti de Arla en lonchas
- 2 cucharadas de pimentón
- 2 hojas de laurel
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de tomillo
- Aceite de oliva virgen y sal

Pasteles de carne:
Picamos finamente los champiñones, la cebolla, las zanahoras y el apio, y los sofreímos a fuego lento en una cazuela con un poco de aceite. Cuando estén bien pochados, agregamos la carne, subimos un poco el fuego y la doramos hasta que pierda el color a crudo.
Ahora es el turno de añadir la pasta de tomate, el pimentón, el laurel, el azúcar y el tomillo. Los mezclamos bien, y añadimos el caldo de carne. Bajamos el fuego, tapamos la cazuela, y dejamos que se guise la carne con las verduras lentamente, como si fuera un ragú (yo lo dejé al mínimo, y de vez en cuando me pasaba por la cocina a remover la mezcla, no hace falta que lo vigiléis constantemente).
Al cabo de una hora (o dos, según vuestra paciencia, cuanto más lento y más larga la cocción, mejor) apagamos el fuego y dejamos que se enfríe. Mientras, pintamos con un poco de aceite unos moldes para cupcakes y colocamos en su interior las obleas de empanadillas. Las rellenamos con la carne, y sobre ella ponemos las lonchas de Havarti.
Para terminar los pasteles, colocamos otra oblea pintada por los dos lados con el huevo (que habremos batido en un cuenco) y listos para llevar al horno. Por cierto, lo más probable es que las obleas que forman la tapa sean más grande de lo necesario, podéis cortarlas con un cuchillo, o utilizar un vaso estrecho para cortar la masa con el borde y que tenga un tamaño más ajustado al fondo. Introducimos los pasteles en el horno, caliente a 190º, entre 20 y 25 minutos. Antes de desmoldarlos dejamos que se enfríen un poco y luego saldrán fácilmente.
Son un plato único perfecto, la carne y las verduras están muy tiernas y el queso le da un toque final entre crujiente y cremoso. Una delicia, ya me lo diréis ;) ¡Hasta la próxima receta!