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Calcio sin lactosa. Soluciones para intolerantes a la lactosa

Calcio sin lactosa. Soluciones para intolerantes a la lactosa

La leche y los productos lácteos son la mayor fuente de calcio que existe. 50 gr de queso, una taza de leche y 2 yogures aportan 1000 mg de calcio, suficiente para cubrir las necesidades de un adulto. La cosa se complica cuando debemos llegar a esos mismos valores sin recurrir a los lácteos, en el caso, por ejemplo, de intolerantes a la lactosa.

Hace unos meses hablamos de lo que era la intolerancia a la lactosa. También nuestro compañero Adolfo David nos dió algunos datos interesantes sobre el tema. Hoy volvemos sobre el ello, no para explicar lo que es sino para una cuestión más práctica: ¿cómo llevar una dieta perfectamente equilibrada cuando se es intolerante a la lactosa?

Observa esta tabla de los alimentos con más calcio:

Calcio sin lactosa. Soluciones para intolerantes a la lactosa Arla

Como ves, los productos lácteos son la principal fuente de calcio, pero no la única. Para compensar la falta de lacteos podemos recurrir a los mariscos, las legumbres, los frutos secos… Fíjate que las sardinas en aceite, las anchoas o los boquerones aportan una cantidad considerable de calcio. Esto se debe a que cuando comemos esos pescados nos comemos también la raspa, que es donde se encuentra el calcio.

Pero prescindir completamente de los productos lacteos no es necesario. Si tu intolerancia a la lactosa es leve es posible que sea suficiente eliminando la leche. Otros productos lacteos, como el queso maduro (Mozzarella, Cheddar…) o el yogur contienen dosis muy bajas de lactosa. Si la intolerancia es alta siempre podemos recurrir a los productos sin lactosa que hay en el mercado, como el queso Lactofree de Arla. Estos productos nos permiten llevar una dieta perfectamente equilibrada con todos aquellos nutrientes que necesitamos, y a la vez seguir disfrutando de los productos que más nos gustan.