¡Hola a todos! Termina el año, y a pesar de estar envueltos en una vorágine de dulces, hoy os traigo un bizcocho, ¿por qué? Pues porque es perfecto para el desayuno o la merienda, y también para acompañar a los turrones típicos de toda la vida… vamos, que seguro que incluso en esta época del año le encontráis hueco seguro, ¡está muy, muy rico!
Es esponjoso y la combinación del Castello con las nueces hace que tenga un puntito muy especial, os va a sorprender gratamente.
Y ya nada más, solo quiero desearos un fantástico fin de año y una entrada genial en 2014, ¡hasta el año que viene!
Ingredientes para un bizcocho de 8 raciones:
- 1 Castello piña
- 150 gr. de nueces (si son peladas, con 50 gr. nos sirve)
- 150 gr. de harina
- 150 gr. de azúcar (yo utilicé tanto azúcar blanco como moreno)
- 2 sobrecitos de gasificante (lo podéis encontrar en los supermercados, no os asustéis si es la primera vez que lo oís)
- La ralladura de una naranja
- 4 huevos
- 90 gr. de aceite de girasol

Receta bizcocho de queso y nueces:
En un cuenco grande batimos los huevos con el azúcar hasta que se forme una masa líquida. A continuación incorporamos la ralladura de naranja, el queso y el aceite y batimos durante unos 4-5 minutos (dependerá de la potencia de vuestra batidora, pero el queso debe desaparecer completamente, no pueden quedar trocitos). A continuación añadimos la harina y los sobrecitos de gasificante y volvemos a batir todo el tiempo que sea necesario hasta formar una masa consistente y homogénea.
Enharinamos con un poco de aceite y harina un molde para bizcochos y vertemos la mezcla dentro. Colocamos las nueces encima (si las compramos con cáscara, hay que partirlas, claro) y espolvoreamos con un poco de azúcar blanco (le dará una costra dulce y crujiente al bizcocho).
Lo llevamos al horno precalentado a 180º, y esperamos alrededor de 20 minutos, cuando los bordes comiencen a separarse y esté doradito, estará ya listo. Solo hace falta esperar a que se enfríe y desmoldar… ¡que aproveche!