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Las castañas: propiedades y recetas

Castañas

Las clásicas castañas asadas son un plato típico del otoño, pero tienen muchos otros usos. De sabor dulce, son propias de la estación fría y las podemos encontrar en nuestros mercados entre octubre y enero. Hoy hablamos de sus propiedades y te damos alguna idea de receta con ellas. ¡Sigue leyendo!

Origen de la castaña

Las castañas son el fruto de los árboles del género Castanea, que crecen en Europa, América del Norte y Asia. Estos frutos secos son nativos de las selvas montañosas de China, Japón, Europa y América del Norte. Botánicamente, pertenecen a la familia Fagaceae, género Castenea. Su nombre científico es Castanea sativa.

Los castaños son árboles muy grandes de hoja caduca. Los principales países productores de castaña en la actualidad son China, Corea, Turquía e Italia. Antes de la aparición de la patata y el maíz traídos de América, eran un alimento muy importante para la subsistencia en algunas zonas montañosas de Europa o en las  zonas en las que la agricultura no estaba completamente desarrollada.

Propiedades de las castañas

  • El 52 % de su peso es agua, tienen un 3 % de contenido protéico, un 2 % de aceites y nos aportan un 42 % en hidratos de carbono.
  • A diferencia de otras nueces y semillas, son relativamente bajas en calorías, pero son una buena fuente de minerales, vitaminas y fito-nutrientes. Esto las hace perfectas para incorporarlas a nuestra alimentación.
  • La castaña se diferencia de otros frutos secos porque las reservas de energía para la futura planta se acumulan en forma de almidón en lugar de aceites. De hecho, su composición se asemeja más a la de otros alimentos ricos en almidones como son el boniato, el maíz o las patatas.
  • También son ricas en vitaminas del complejo B y C. 100 g de nueces nos proporcionan un 11 % de de la C.D.R. de niacina, un 29% de piridoxina (vitamina B6), un 100% de tiamina, y un 12% de riboflavina.
  • También destacan por su contenido en potasio y en ácido fólico. Son una buena fuente también de vitaminas antioxidantes como la vitamina B3 y la vitamina E.
  • Contienen una gran cantidad de fibra, lo que permite mejorar el tránsito intestinal. En el caso de que las fibras no sean bien toleradas, debe moderarse su consumo ya que pueden provocar malestar intestinal y flatulencia.
  • Al igual que otros frutos secos, son una buena fuente de ácidos grasos mono-insaturados como el ácido oleico y el ácido palmitoleico. Estos, junto a los ácidos grasos omega y antioxidantes, son importantes en nuestra dieta. Ayudan a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias y accidentes cerebrovasculares, favoreciendo el perfil de lípidos en la sangre.
  • También son ricas en minerales tales como hierro, calcio, magnesio, manganeso, fósforo y zinc. Todos ellos desempeñan un papel importante para nuestro metabolismo.
  • En función del área geográfica donde se produzca, podemos encontrar variedades más o menos ricas en determinados compuestos bioactivos como tocoferoles y polifenoles.
  • Debido a su alto contenido en agua, son muy perecederas. Lo mejor es consumirlas cuanto antes. Siempre podemos refrigerarlas, aunque su sabor se potencia si las mantenemos unos días a temperatura ambiente “curándose”.
Receta Dulce o puré de castañas

Recetas con castañas

Al igual que el resto de frutos secos, están libres de gluten. Por eso son uno de los ingredientes más populares en la preparación de fórmulas para alimentos libres de gluten, destinados a pacientes sensibles al gluten, alergia al trigo y enfermos celíacos.

Lo ideal es un buen remojo y una cocción suave y larga acompañada de especias con propiedades carminativas como laurel, hinojo, clavo, etc. ya que permiten una digestión más fácil. Las castañas se consumen normalmente tras una cocción completa y tienen una textura harinosa.

  • Se usan secas y molidas para hacer harinas, panes, gachas, sopas, purés, etc. enriqueciendo a nivel nutricional el plato final.
  • Se pueden remojar y cocer junto a otros cereales, como trigo sarraceno, avena o  arroz integral, y leche para formar una crema que se puede incluir en el desayuno.
  • Se pueden incorporar cocidas o asadas a cremas o purés junto a otros vegetales, como patata, boniato, zanahorias o setas.
  • También se pueden guisar junto a arroces y verduras, carnes o legumbres.
  • Para hacerlas asadas, se cocinan en un recipiente metálico con orificios en el fondo y sobre la leña. Se pueden asar en el horno convencional una vez remojadas colocándolas sobre la placa con un puñado de sal gruesa. Es importante realizar un corte en cada una que permita que la castaña no explote durante el asado.
  • También se pueden cocer con unas ramas de hinojo fresco para elaborar platos deliciosos como purés de patata y castaña o cremas de setas y castañas con hierbas aromáticas.
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