Baklava, el postre turco más tradicional

El baklava, (conocido también como baclava o baklawa) es un exótico y delicioso postre turco. Este pastel, cuya base es una masa con frutos secos que después se distribuye en láminas de masa filo y seguidamente se baña en almíbar, es un gran clásico de la gastronomía turca que tiene siglos de antigüedad. Aunque bien es cierto que su elaboración lleva algo de tiempo, es muy sencillo de hacer.
Ingredientes
Baklava tradicional:
Nueces
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250 g |
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Láminas masa filo
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14 |
Pistachos
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100 g |
Azúcar
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250 g |
Miel
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250 g |
Agua
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aprox 400 ml |
Agua de azahar
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4 cdtas. |
Canela molida
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1 cdta. |
Lurpak® Mantequilla con Sal
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200 g |
Clavos molidos
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1 cdta. |
Zumo de limón
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Baklava con thermomix:
Almendras peladas
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200 g |
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Nueces
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200 g |
Masa filo
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12 hojas |
Canela molida
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½ cdta. |
Nuez moscada
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½ cdta. |
Jengibre molido
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½ cdta. |
Agua de azahar
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1 cda. |
Lurpak® Mantequilla con Sal
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250 g |
Agua
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250 ml |
Una rodaja de limones
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Clavos molidos
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Azúcar
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250 g |
Azúcar glass
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125 g |
Preparación
Elaboración de baklava tradicional:
Elaboración de baklava con Thermomix:
Esperamos haberte ayudado a descubrir cómo elaborar este riquísimo postre, que también sirve perfectamente para acompañar a cualquier infusión o café, y con el que seguro que te chupas los dedos. Además, cunde mucho, ya que tiene una carga de azúcar y un sabor que hace que sea mejor servirlo en pequeñas raciones.
Lo mejor es que lo conserves en el frigorífico y lo vayas sacando a medida que lo vayas necesitando. Si quieres seguir incursionando en esto de las recetas de postres originales, tienes muchas alternativas como el pastel ruso o las samosas indias.
Son muchos los que afirman que el baklava nació en la antigua Mesopotamia. También se dice que en el siglo VII a. de C los asirios fueron los que descubrieron la forma de combinar esos ingredientes elaborándolos en los hornos de madera de la época. Esa primitiva versión estaba reservada para ocasiones muy especiales; tanto, que hasta mediados del siglo XIX este postre fue considerado como un manjar que solo se podían permitir las clases más adineradas. Los mercaderes y marinos que viajaban a Mesopotamia fueron los encargados de llevar esa receta que tanto les había entusiasmado hasta Atenas, donde también aportaron lo suyo al baklava, acercándose mucho a la forma definitiva en la que se prepara su variante más conocida. Una de las principales novedades que introdujeron en su elaboración fue el hecho de hacerlo con una masa más fina.
