Baklava, el postre turco más tradicional
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Baklava, el postre turco más tradicional

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El baklava, (conocido también como baclava o baklawa) es un exótico y delicioso postre turco. Este pastel, cuya base es una masa con frutos secos que después se distribuye en láminas de masa filo y seguidamente se baña en almíbar, es un gran clásico de la gastronomía turca que tiene siglos de antigüedad. Aunque bien es cierto que su elaboración lleva algo de tiempo, es muy sencillo de hacer.
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Preparación

Elaboración de baklava tradicional:
  • En el caso de que tengas que pelar los pistachos, quítales la cáscara y elimina también la piel oscura que rodea su interior. Es preciso que queden lo más verdes que sea posible. Si se te hace muy engorroso quitar la piel, puedes hacerlo de forma muy sencilla cociendo antes los pistachos en agua hirviendo.
  • Una vez que ya tengas los pistachos completamente pelados, trocéalos muy finamente junto con las nueces ayudándote con un cuchillo. Tienen que quedar pequeños, pero sin que lleguen a ser polvo. De todos modos, reserva el polvo que quedará en la parte inferior para usarlo al final para decorar.
  • Pon en un bol las nueces, los pistachos, las 2 cucharaditas de canela, el clavo molido y los 100 gramos de azúcar. Mezcla todo procurando que quede bien repartido.
  • Ahora ha llegado el momento principal de la elaboración de este postre: montar el baklava. Empieza sacando una bandeja apta para horno de 30×40 (este tamaño es perfecto dadas las dimensiones de las láminas de masa filo que, aunque son el doble, quedan perfectas partidas por la mitad en esta bandeja. En el caso de que las láminas o la bandeja tengan otro tamaño, también puedes cortar lo que sobre de pasta filo para ajustarlas). Antes de poner las láminas de pasta filo, todavía hay un par de cosas que hacer.
  • Forra la bandeja con papel horno para evitar que el baklava acabe pegándose.
  • Agrega la mantequilla a un vaso o bol e introdúcelo en el microondas durante unos 30 segundos o hasta que veas que está derretido. Después, pinta con ella el fondo de la bandeja para horno con una brocha de cocina.
  • Pon ya en la bandeja la primera capa de masa filo y píntala también con mantequilla por la parte de arriba. Después, repite el procedimiento (poner capas por encima untándolas de mantequilla) hasta llegar a un tercio de láminas de pasta filo.
  • Espolvorea encima de ese tercio de pasta filo la mitad de los frutos secos que has troceado previamente.
  • Pon encima de esa capa de frutos secos otro tercio de pasta filo de la misma manera (untándolos con mantequilla). Añade la otra mitad de frutos secos y tapa todo ya con el último tercio de pasta filo. En el caso de que haya sobrado mantequilla, puedes untarla en la capa superior.
  • Precalienta el horno a 180º durante 10 minutos.
  • Mientras el horno se precalienta, aprovecha para cortar el baklava en cuadraditos (o en la forma que prefieras). Es preciso hacerlo antes del horneado, ya que si no lo más seguro es que terminara quebrándose.
  • Introduce el baklava cortado en el horno y déjalo durante unos 20 minutos más o menos, vigilando de vez en cuando para que no se dore excesivamente. En el caso de que después de pasado ese tiempo el baklava siga un poco blanco, puedes dejarlo un poco más, pero con cuidado.
  • Mientras el baklava se hornea, vamos a preparar el almíbar. Para ello, añade los 150 gramos de azúcar y el agua en un cazo y ponlo a fuego medio. Remueve de vez en cuando para que el azúcar se disuelva.
  • Agrega también la miel y deja que todo hierva hasta que veas que la mezcla está empezando a ser densa.
  • Retira el cazo del fuego y añade el agua de azahar y el zumo de limón. Deja que la mezcla se enfríe, pero no mucho, porque si no se endurecería.
  • Cuando el baklava ya esté lo suficientemente horneado, sácalo y riega encima de él el almíbar que acabas de preparar hasta que quede bien impregnado.
  • Finalmente, mételo en la nevera durante varias horas (5 como mínimo). Cuando lo saques, despega los trozos, pues lo más seguro es que se hayan pegado un poco con el almíbar).
Elaboración de baklava con Thermomix:
  • Engrasa un molde apto para horno (de unos 20×30 centímetros) con mantequilla.
  • Derrite la mantequilla que ha sobrado en el microondas durante un minuto a potencia media. Resérvala.
  • Tritura ahora en la Thermomix las almendras y las nueces con las especias y el azúcar glass durante 10 segundos a velocidad 5.
  • Separa 4 hojas de pasta filo. Unta cada una de esas hojas con la mantequilla derretida ayudándote de una brocha culinaria. Después, únelas y ponlas en la base del molde.
  • Cúbrelo con una cuarta parte de las almendras y nueces trituradas.
  • Repite ahora el proceso: unta otras 4 hojas de masa filo con mantequilla, vuelve a cubrirlas con los frutos secos, y así hasta que se terminen. Cuando acabes, unta en la parte superior abundante mantequilla.
  • Mete el molde en el horno y hornea a 180º durante media hora más o menos, o hasta que veas que el baklava ha quedado lo suficientemente crujiente y dorado.
  • Mientras el horno trabaja, aprovecha para hacer el almíbar. Pon el resto de ingredientes (excepto el agua de azahar) en el vaso y programa a 20 minutos a temperatura varoma y velocidad 1. Deja que se enfríe y añade ahora el agua de azahar.
  • Cuando saques el baklava del horno, cúbrelo con el almíbar mezclado con el agua de azahar. Haz que todo quede bien cubierto y mételo en el frigorífico.
  • Déjalo unas horas (preferiblemente durante toda la noche).
  • Cuando lo saques de la nevera, elimina el exceso de líquido y corta el baklava en la forma que prefieras.
¡Disfruta!

Esperamos haberte ayudado a descubrir cómo elaborar este riquísimo postre, que también sirve perfectamente para acompañar a cualquier infusión o café, y con el que seguro que te chupas los dedos. Además, cunde mucho, ya que tiene una carga de azúcar y un sabor que hace que sea mejor servirlo en pequeñas raciones.

Lo mejor es que lo conserves en el frigorífico y lo vayas sacando a medida que lo vayas necesitando. Si quieres seguir incursionando en esto de las recetas de postres originales, tienes muchas alternativas como el pastel ruso o las samosas indias.

Son muchos los que afirman que el baklava nació en la antigua Mesopotamia. También se dice que en el siglo VII a. de C los asirios fueron los que descubrieron la forma de combinar esos ingredientes elaborándolos en los hornos de madera de la época. Esa primitiva versión estaba reservada para ocasiones muy especiales; tanto, que hasta mediados del siglo XIX este postre fue considerado como un manjar que solo se podían permitir las clases más adineradas. Los mercaderes y marinos que viajaban a Mesopotamia fueron los encargados de llevar esa receta que tanto les había entusiasmado hasta Atenas, donde también aportaron lo suyo al baklava, acercándose mucho a la forma definitiva en la que se prepara su variante más conocida. Una de las principales novedades que introdujeron en su elaboración fue el hecho de hacerlo con una masa más fina.

Ingredientes

Baklava tradicional:
Nueces
250 g
Láminas masa filo
14
Pistachos
100 g
Azúcar
250 g
Miel
250 g
Agua
aprox 400 ml
Agua de azahar
4 cdtas.
Canela molida
1 cdta.
Lurpak® Mantequilla con Sal
200 g
Clavos molidos
1 cdta.
Zumo de limón
Baklava con thermomix:
Almendras peladas
200 g
Nueces
200 g
Masa filo
12 hojas
Canela molida
½ cdta.
Nuez moscada
½ cdta.
Jengibre molido
½ cdta.
Agua de azahar
1 cda.
Lurpak® Mantequilla con Sal
250 g
Agua
250 ml
Una rodaja de limones
Clavos molidos
Azúcar
250 g
Azúcar glass
125 g