Brownie de chocolate 2

Hoy vamos a preparar una receta típica americana, un brownie de chocolate. Se trata de un bizcocho compacto y dulce de color marrón. Existen muchas recetas de brownies pero vamos a preparar la receta americana, el brownie de chocolate con frutos secos. Su textura es perfecta, crujiente por fuera y jugoso por dentro. Es un postre ideal para los amantes del chocolate. Se puede preparar el brownie de muchas maneras, con chocolate blanco, con chocolate con leche o incluso lo he llegado a ver de calabaza. Lo mejor es prepararlo con la receta tradicional americana, con chocolate negro. También se puede preparar en microondas aunque creemos que como mejor queda es en el horno. Al prepararlo en el microondas es una forma muy rápida de hacerlo pero no conseguimos la textura deseada que tiene un buen brownie, que sería entre compacto y esponjoso sin llegar a estar seco. Como anécdota os contaremos que la receta original no lleva nada de levadura ya que el brownie surgió de un error de un chef que olvidó añadir levadura a un bizcocho.
Ingredientes
Chocolate negro
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250 g |
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Lurpak® Mantequilla con Sal
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100 g |
Avellanas
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100 g |
Azúcar
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100 g |
Harina
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50 g |
Pasas
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50 g |
Huevos
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3 |
Preparación
En relación con los ingredientes, el brownie básico se compone de muy pocos, los cuales, por lo general cualquier repostero aficionado siempre suele tener en la despensa. Pero precisamente por eso es importante confiar solo en ingredientes de la mejor calidad, ya que serán la clave del sabor y la textura final. El chocolate debe ser de calidad, al menos con un 70% de cacao puro y sin azúcar. La mantequilla que usemos puede ser con sal o sin ella y añadírsela a la masa. Los huevos os recomendamos que sean mejor ecológicos o camperos.
Respecto a cómo realizar la mezcla de ingredientes, primero debemos derretir el chocolate junto con la mantequilla y lo dejamos templar. Después, debemos añadir los huevos uno a uno y cuando esté todo integrado tendremos que añadir la harina tamizada. Al principio, la mezcla podemos removerla con una lengua, pero luego si que es necesario que lo hagamos con varillas.
En cuanto al molde para verter la masa antes de hornear nos sirve cualquiera, pero de nuevo deberíamos guiarnos por las recomendaciones de la receta. El más tradicional es cuadrado o ligeramente rectangular, con poca profundidad y de unos 20-25 cm de lado. Si empleamos uno demasiado diferente podría afectar al tiempo de horneado y a la textura final de nuestro brownie, ya que al expandirse la masa quedaría más fino y habría que reducir el tiempo de cocción. Al igual, un brownie más gordito es más fácil que guarde un interior jugoso.
En cuanto al material de nuestro molde tenemos dos opciones recomendables: metal o vidrio. En el caso de la silicona para masas de este estilo no suele ser muy recomendable. Para facilitarnos la tarea de desmoldar nuestro brownie siempre es buena idea que forremos el molde con papel sulfurizado o de hornear, al que podríamos incluso dar una capa ligera de engrasado con mantequilla, aunque no suele ser necesario. Para que quede bien adherido al molde solo hay que mojar un poco la fuente o pintar algunos puntos con mantequilla o aceite.
Cuando vayamos a hornearlo, el horno debe estar mínimo 200-220 grados, siendo preferible que se haga en un horno de convección y que durante el horneado se genere costra que es lo que le hace tan característico a este postre. El brownie puede que veamos que sube durante el horneado, pero una vez que lo saquemos del horno, tenderá a bajar. Es un postre que no hace falta que repose.
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