Dieta proteica para adelgazar

menú dieta proteica

Dieta protéica

Una dieta proteica para adelgazar es una estupenda opción para perder esos kilos de más que tantos quebraderos de cabeza nos dan. Las dietas proteicas están fundamentadas en una ingesta de alimentos con alto contenido en proteínas. Los alimentos permitidos en una dieta proteicas pueden modular el metabolismo, provocando saciedad y disminución del apetito.

De hecho, consumir diariamente una cantidad adecuada de proteínas es extremadamente importante, ya que además de aportar los aminoácidos esenciales que necesita nuestro organismo, la ingesta de proteína influye en la liberación de hormonas que regulan el hambre.

El macronutriente que más reduce los niveles de la hormona del apetito es sin duda, la proteína, seguido de las grasas y, por último, los carbohidratos. 

Por ello, incrementar la ingesta de proteínas nos ayudará con la pérdida de peso y también puede ayudar a prevenir la pérdida de masa muscular que suele haber en dietas hipocalóricas de adelgazamiento.

Cantidad de proteínas en el plato

En un menú proteico, el plato contendrá un cuarto de proteínas y tres cuartos de verduras. Las comidas que realicemos con proteína nos van a llenar más y va a hacer más llevadera la dieta proteica, entre una comida y otra. Algunos alimentos permitidos en proteínas son todo tipo de carnes, pescados y marisco, huevos, ensaladas, verduras, y grasas saludables como el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas.

Es importante que con la proteína animal nos decantemos siempre por la de mayor calidad. Más grasa, en este caso, no quiere decir más calidad, sino que nos tenemos que fijar en la forma como se ha cuidado y tratado el animal, que nos indicará la proporción de nutrientes e hidratos de carbono que tendrá el alimento.

Respecto a los hidratos de carbono, vamos a reducir la ingesta de este macronutriente, evitaremos sobretodo aquellos carbohidratos e intentaremos evitar los cereales como el trigo convencional, que nos generan más inflamación en nuestro intestino en personas con problemas digestivos. Puntualmente podremos consumir pseudocereales como la quinoa o el trigo sarraceno, cereales integrales  y legumbres como garbanzos, lentejas o azukis. 

A la hora de beber, se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua repartidos a lo largo del día, zumos naturales, tés, cafés y bebidas vegetales de almendra, chia o sésamo, o lácteos.

Si no sois vegetarianos, tenéis que tomar como mínimo el 50% de las proteínas que ingiráis de fuentes vegetales y el otro 50% de fuentes animales.  Lo que no podemos hacer en un una dieta proteica es, por ejemplo, comer 160 gramos de carne cada día o casi cada día, y/o comer de baja calidad: hamburguesas, salchichas, embutido… Además, comer más del 50% de proteína animal sobrecarga el hígado y el cuerpo de toxinas.

Ejemplo menú dieta proteica para adelgazar

Desayuno protéico

Un ejemplo de desayuno con proteínas sería:

  • Café o té solo o con leche
  • Dos rebanadas de pan integral con jamón ibérico / pavo / paté vegetal / crema de frutos secos

Comida con proteínas de media Mañana:

Almuerzo con proteínas:

Merienda con proteínas:

  • Kefir de cabra, skyr o tarrina de Arla Protein con coco deshidratado

Cena con proteínas:

  • Papillote de verduras (puerro, brócoli y zanahoria)
  • Caballa o sardinas a la plancha

Ya nos contaréis si probáis este menú centrado en una dieta proteica equilibrada. Recordaros que como siempre la clave es comer todo tipo de nutrientes y en cantidades moderadas priorizando siempre los productos de maxima calidad.

Arla Protein

Realizar una dieta proteica para adelgazar es mucho más sencillo gracias a la gama de productos de Arla Protein. Descubre aquí las diferentes recetas y combinaciones de sabores que te proponemos.

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Beneficios de los melocotones

Beneficios de los melocotones

El sabor y aroma del melocotón se potencia con el calor y resulta fantástico en pancakes o panes dulces para el desayuno. Basta con dorar unas láminas de melocotón y verter sobre ellas la masa de las tortitas, dándoles la vuelta una vez estén cocinadas por esa cara. Para ninguna de estas recetas es necesario incorporar azúcar o edulcorantes…

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Propiedades del queso azul

Propiedades del queso azul

Los quesos azules son una familia de quesos que destacan por sus motas o vetas de color azul, que a veces puede incluir también tonos grisáceos.

El proceso que da lugar a los quesos azules surgió de manera accidental al almacenar quesos en ambientes húmedos, dándose unas características favorables para que crecieran mohos y bacterias no patógenas, es decir, inofensivas desde hace tiempo. Estos microorganismos se alimentan del queso, digiriendo y transformando el mismo en una variedad con diferentes texturas, sabores y aromas.

Es por tanto gracias a la labor de estos microorganismos, que hoy en día podamos madurar estos quesos de una manera tan particular, dando lugar a variedades tan conocidas y especiales como el Roquefort, el queso azul danés, el Gorgonzola o el Cabrales.

¿Es bueno el queso azul?

 

Cabe destacar que la producción de queso azul es completamente segura e inocua, dado que los microorganismos que participan en esta producción no infectan al ser humano. El interés de estos microorganismos es equiparable a los que nos permiten disfrutar hoy en día de alimentos fermentados como los yogures, los encurtidos, el pan, la cerveza, el vino o los vegetales, carnes y pescados fermentados.

Aroma y sabor

Cuando mucha gente afirma que este queso “huele a pies” no va muy desencaminado, puesto que los aromas que se crean durante el proceso de maduración son similares a cuando las bacterias que conviven en nuestro cuerpo, como es el caso de Brevibacterium Linens, fermentan y desarrollan este olor tan característico.

Ahora mismo la producción del queso azul está muy controlada y el producto final es mucho más estandarizado que con los métodos tradicionales, donde el resultado dependía mucho del ensayo-error y de ciertas variables difíciles de controlar en ambientes tradicionales, como puede ser una cueva.

Valor nutricional

Los quesos azules ahora están teniendo un interés creciente debido a varias realidades en nuestro entorno:

Por un lado, desde que las últimas investigaciones de Kratz, Baars y Guyenet desvinculan la grasa láctea de accidentes cardiovasculares estos productos están siendo vistos con mejores ojos.

En un contexto en el que la microbiota se ve que es tan trascendente para la salud y los productos probióticos están en alza, es interesante ver qué productos tradicionales en nuestro entorno podrían jugar un papel en mejorar nuestra salud intestinal. En este sentido tendremos que estar muy atentos a los potenciales efectos anti-inflamatorios que algunos estudios están empezando observar en los subproductos que crean los microorganismos del queso durante su maduración.

Cabe destacar también que durante esta maduración, los microorganismos presentes crecen alimentándose a base de diferentes nutrientes que posee la leche inicialmente, entre ellos la lactosa. Como resultado, los quesos muy maduros, como es el caso del queso azul, tienen unas cantidades muy pequeñas de lactosa, siendo mucho más digeribles y tolerables para las personas que son intolerantes a ella.

En definitiva, el queso azul se puede consumir de la misma manera y en la misma frecuencia que cualquier otro queso, atendiendo a las mismas particularidades nutricionales. Y recordamos que debe ser acompañado por verduras y hortalizas por la densidad energética y el contenido en sal, para así poder disfrutar de su calidad proteica y contenido mineral.

Salsa de queso azul

Te contamos cómo hacer una salsa con queso azul Castello Danablu, ¡ es una receta muy fácil y sabrosa ideal para platos de carne, pizzas caseras y pasta!

Salsas fáciles queso azul